Al graduarme del colegio, tuve la oportunidad de viajar, con mis primos, a pueblo llamado Boone, localizado en Carolina del Norte. Boone es un pequeño pueblo en las montañas, famoso por su Resort de esquiar y sus actividades montañosas. Lo visitamos en la época de invierno para poder aprender a esquiar. El día que llegamos no había nevado, lo que me decepciono un poco, porque nunca había visto nevar en mi vida. Desempacamos todo, salimos a cenar, conocimos el pueblo, y nos preparamos para el siguiente dia.
Resort de esquiar
Al dia siguiente, salimos temprano hacia el resort, pero aun no habia nevado. Cuando llegamos, me di cuenta que tenian unas maquinas especiales que hacian nieve y que íbamos a poder aprender a esquiar. Entramos y pagamos, pero decidi usar la tabla para nieve en vez de los esquis, pues me parecio un deporte mas atractivo. Recibimos algunas clases y nos dejaron practicar en la pista para principiantes.
Mis primos, mi hermana y yo
El deporte era bastante difícil y me costó mucho aprender porque era muy diferente a los deportes similares que había practicado. Además, hacia mucho frio, pero no importo ya que pude pasar tiempo mis primos que casi no conozco y que nunca puedo visitar. Practicamos cinco días seguidos, pero algunos días eran muy incómodos porque mantenían las maquinas de nieve trabajando y la nieve se pegaba en el visor y no podías hacer nada para remediarlo. Además, llegamos a conocer a mucha gente, algunos venían de otros países, pero la mayoría eran locales que estudiaban en la universidad de Boone.
La última noche que pasamos en el resort fue muy divertida, porque podíamos esquiar hasta muy tarde. Además, antes de cerrar reventaron cohetes y todos los instructores de esquí bajaron en fila la montaña con antorchas rojas. A lo lejos solo podías ver una gran fila de luces bajar por la montaña.
Los instructores de esquí sosteniendo las antorchas
No hay comentarios:
Publicar un comentario